viernes, 20 de noviembre de 2009

HERNIA DE LARREY MORGAGNI: TRATAMIENTO POR LAPAROSCOPIA

Las hernias diafragmáticas congénitas anteriores, retrocostoxifoideas, paraesternales o retroesternales fueron descritas en 1769 por Morgagni. Dado que se producen por un defecto de cierre del diafragma a nivel de los trígonos paraesternales descritos por Larrey, estas hernias suelen denominarse hernias de Morgagni si son anteriores derechas, de Larrey si son anteriores izquierdas , o cuando el defecto es central y se extiende a ambos lados hernias de Larrey-Morgagni. Suponen el 3-5% de las hernias diafragmáticas congénitas. Sobre el defecto congénito existente actuarán factores desencadenantes como son la hiperpresión abdominal y el efecto de succión de la cavidad torácica, de tal modo que en muy pocas ocasiones dicho tipo de hernia existe en el nacimiento y se hace ostensible, tan solo, en edades más avanzadas.

A través de estos trígonos paraesternales las arterias epigástricas pasan a anastomosarse con las arterias mamarias internas. Como el defecto muscular aparece después de finalizada la peritonización de la cavidad abdominal suele existir un fino saco herniario. Su contenido habitual es el colon, el epiplon mayor y el estómago, aunque también puede encontrarse el intestino delgado y el lóbulo hepático izquierdo. Un 5% de ellas se descubren en la edad adulta.

En la mayoría de los casos estas hernias son asintomáticas y se descubren por un exploración radiológica o ecográfica casual. Cuando aparece clínica, ésta se produce por la compresión de las vísceras contenidas en el saco o por compresión de las estructuras torácicas.

Al diagnóstico contribuirán la realización de una radiología simple toracoabdominal, un tránsito digestivo, un enema opaco y un TAC abdominal.

A la hora del tratamiento podermos hacernos las siguientes preguntas:

-Deben operarse también las hernias de Larrey-Morgagni asintomáticas?
-Qué vía debe emplearse para la intervención quirúrgica?
-Debe resecarse el saco herniario?
-Deben emplearse mallas en la reparación?

CASOS CLINICOS



Rx Tórax AP: Nivel hidroaéreo por encima del diafragma por el vólvulo gástrico


Rx Tórax L: Nivel hidráéreo supradiafragmático anterior

Tránsito digestivo: Volvulación gástrica. Estómago parcialmente en tórax


Rx Tórax AP: Nivel hidroaéreo por encima del diafragma por el vólvulo gástrico

Rx Tórax L: Nivel hidráéreo supradiafragmático anterior

TAC: Hernia diafragmatica anterior conteniendo epiplon mayor y estómago











Rx Tórax AP: Herniación diafragmática sin nivel hidroaéreo

Rx Tórax L: Herniación diafragmática anterior





TAC: Herniación diafragmática conteniendo epiplon mayor y colon

TAC: Posición anómala gástrica sin llegar a ocupar el espacio supradiafragmático

A los dos primeros pacientes se les colocó sonda nasogástrica y fueron operados dentro de las 24 horas del ingreso y el tercero fue operado de manera diferida a la semana del ingreso.

TRATAMIENTO: Los tres casos fueron sometidos a la misma técnica quirúrgica, la colocación de una malla bilaminar en el defecto diafragmático por vía laparoscópica. El vídeo que sigue es un compendio de las 3 intervenciones.


VIDEO: TRATAMIENTO LAPAROSCOPICO HERNIA DIAFRAGMATICA DE LARREY-MORGAGNI



EVOLUCION POSTOPERATORIA


Caso 1: Evolución favorable


Caso 2: Absceso en cavidad torácica residual que simula recidiva de la hernia. Imagen AP

Caso 2: Absceso en cavidad torácica residual que simula recidiva de la hernia. Imagen L




Caso 2: Colocación de drenaje de pig-tail que resuelve el absceso

Caso 3: Evolución favorable













CONCLUSIONES
A las preguntas que nos hacíamos:

-Deben operarse también las hernias de Larrey-Morgagni asintomáticas?
-Qué vía debe emplearse para la intervención quirúrgica?
-Debe resecarse el saco herniario?
-Deben emplearse mallas en la reparación?

Podemos contestar:

1. También las hernias de Larrey-Morgagni asintomáticas deberían operarse ante el riesgo de complicaciones
2. El abordaje abdominal laparoscópico resulta factible y seguro, al alcance de cualquier equipo quirúrgico medianamente experimentado.
3. La resección del saco herniario no parece necesaria, dada su delgadez, riesgo de lesiones torácicas y el no haber demostrado ventajas
4. La utilización de mallas irreabsorbibles de doble capa parece útil y facilita el cierre del defecto diafragmático.


Alfredo Jiménez Bernadó (modificado 5 Abril 2010)



























VIII JORNADAS ARAGONESAS SOBRE CIRUGÍA AMBULATORIA

HOSPITAL CLINICO UNIVERSITARIO LOZANO BLESA

ZARAGOZA 18-19 MARZO 2010













PROGRAMA CIENTIFICO


BOLETIN DE INSCRIPCIÓN


DISCURSO INAUGURAL

- Estimadas autoridades del Gobierno de Aragón, de la Facultad de Medicina y del hospital que nos honran con su presencia
- Asistentes a las Jornadas: Personal de enfermería, médicos, gestores, estudiantes de Medicina y Enfermería
- Organizadores y Ponentes de las Jornadas

Es para mi un honor participar en este acto que inaugura la octava edición de las Jornadas Aragonesas sobre Cirugía Ambulatoria. Allá por el año 1994, cuando pusimos en marcha las primeras jornadas, era nuestra intención dar a conocer una innovación en el campo de la cirugía, surgida en Estados Unidos allá por los años 80 del siglo pasado y que por aquellos años dio en denominarse Cirugía sin Ingreso, Cirugía de Día o Cirugía Mayor Ambulatoria. Esta innovación se consideró como uno de los elementos clave para el mejor aprovechamiento de los recursos, junto a otras medidas como la adecuación de las pruebas diagnósticas y la participación de los médicos en la gestión.
Dentro de un desarrollo desigual de este tipo de cirugía entre las diversas comunidades autónomas, existen cifras, difíciles de obtener por lo que supone 17 órganos gestores, uno por comunidad autónoma, que indicarían que la Cirugía Mayor Ambulatoria supone en torno al 40% de toda la actividad quirúrgica. Cuando en el 2002 Aragón asumió las transferencias sanitarias, las nuevas autoridades manifestaron repetidamente que esta actividad iba a suponer un elemento esencial en la Planificación Sanitaria que se estaba intentando desarrollar y cuyo objetivo era aprovechar al máximo los recursos disponibles y hacer extensivos los avances a la totalidad de los aragoneses.
Hoy, en el año 2010, hemos avanzado algo con relación a lo decíamos en el año 2007 en un acto similar a éste. Es cierto que en la práctica totalidad de los hospitales existen unidades que están empezando a funcionar pero estamos muy lejos de obtener índices de ambulatorización del 40%. Es preciso impulsar decididamente esta actividad especialmente en los hospitales más grandes. Su buen funcionamiento permitiría aliviar considerablemente el tradicional colapso que sufren especialmente en estaciones frías, gestionar mejor los recursos materiales y ofrecer una asistencia de calidad propia del siglo XXI. Es importante recordar que Cirugía Mayor Ambulatoria no es operar a un paciente y enviarlo a su domicilio a las pocas horas de la intervención. La Cirugía Mayor Ambulatoria exige crear unos circuitos que hagan más eficientes los recursos destinados a tal fin. La selección de pacientes y procedimientos, la preparación preoperatoria, la actividad en el quirófano y sobre todo, la recuperación del paciente en la unidad de reanimación y en la de recuperación postoperatoria, controlada por protocolos bien establecidos para cada intervención y cada tipo de anestesia, los criterios de alta, el contacto telefónico con el paciente 24 horas y el seguimiento postoperatorio, son claves para conseguir una atención sanitaria acorde con este siglo en el que debemos tender hacia la consecución de la excelencia. Esta atención solo puede realizarse de esta manera si se desarrolla en el seno de unidades de cirugía ambulatoria, cuyo diseño puede ser muy variopinto, adaptable a cada medio, pero que se beneficiará de un personal estable, bien entrenado, especialmente el personal de enfermería, que resulta clave para que los indicadores de calidad mundialmente reconocidos, puedan ser homologados. Resulta obligado apoyarse en el “Manual de Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria: Estándares y recomendaciones” recientemente publicado por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Este manual se elaboró desde el consenso entre expertos de todo el país y su contenido permite adecuar las recomendaciones a las peculiaridades de cada centro.
Sin embargo, es necesario decir que lo anteriormente expuesto, puede encontrarse en cualquier texto sobre gestión y planificación sanitaria. La puesta en marcha de esta actividad exige algo más que conocer la teoría y tener deseos de llevarla a la práctica. Hoy día en los hospitales públicos se llevan a cabo actividades múltiples en el ámbito quirúrgico como son programas de tarde mediante autoconcertación, autoconcertación para mayores de 55 años, cirugía de cupo, desvío de lista de espera a hospitales privados, programas todos ellos que se basan en pacientes, en un porcentaje elevado de casos, propios de la Cirugía Mayor Ambulatoria, y que están siendo intervenidos con uno, dos ó más días de ingreso. Será necesario tener imaginación y tratar de que la clásica unidad de Cirugía Ambulatoria pueda adaptarse a estos programas mediante la puesta en marcha de sesiones de mañana y tarde e incluso contemplar las unidades de 23 horas. Es cierto que los profesionales somos excesivamente conservadores y tenemos dificultad para introducir cambios que nos saquen de la rutina, pero las enormes dificultades económicas que presenta la Sanidad Pública no permiten retrasar más el impulso de esta modalidad de cirugía considerada como uno de los modelos más eficientes de asistencia sanitaria.
El desarrollo de estas jornadas pretende un año más contribuir al impulso que la CMA necesita. Durante estos días vamos a poder aprender de profesionales de todo el país los avances anestésicos, las nuevas tendencias en al cirugía de la hernia inguinal, el importante papel que la Traumatología está adquiriendo en todas las unidades de cirugía sin ingreso y como no, el enorme papel que el personal de enfermería juega en el alto índice de aceptación por parte de los pacientes. El contenido de las mismas ha sido reconocido tanto por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias del Departamento de Salud y Consumo (2,6 créditos) como por la Universidad de Zaragoza ( 4,5 créditos). No quiero extenderme más. Quiero transmitir un mensaje de esperanza y a la vez un ruego a quienes nos dirigen: Recuerden que es precisamente en épocas de crisis cuando la eficiencia en las organizaciones resulta trascendente.

MEMORIA FINAL

El Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de Zaragoza dirigido por el Prof. M. Martínez, el Servicio de Cirugía B del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa” que también dirige el Prof. M. Martínez y la Unidad de Cirugía Ambulatoria de este Hospital han organizado las “VIII JORNADAS ARAGONESAS SOBRE CIRUGIA AMBULATORIA”, durante los días 18 y 19 de Marzo de 2010 en sus clases teóricas y a lo largo de la semana del 22 al 24 del mismo mes en sus clases prácticas para Enfermería.
Las Jornadas han supuesto un total de 45 horas, 22 teóricas y 23 prácticas, y tuvieron lugar en el Salón de Actos del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa” y en la Unidad de CMA del Hospital. Estas Jornadas han sido además acreditadas por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de Aragón y han tenido el aval de la Asociación Española de Cirugía Mayor Ambulatoria (ASECMA).

140 alumnos se inscribieron a las Jornadas, de los cuales 71 completaron las 45 horas con el curso práctico complementario para Enfermería. Estos 71 alumnos recibieron los correspondientes diplomas de la Universidad de Zaragoza, firmados por el Director del Departamento de Cirugía Prof. M. Martínez Díez y por el Coordinador de las Jornadas, Profesor Asociado del Departamento de Cirugía, A. Jiménez Bernadó.

CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS Y DEL CURSO PRÁCTICO:

1. La Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) ha demostrado ser desde sus comienzos un instrumento excelente para una utilización más eficiente de los recursos sanitarios, permitiendo a la vez una asistencia segura y de calidad que proporciona satisfacción elevada a los usuarios.

2. La práctica de la CMA debe llevarse a cabo en el seno de unidades de CMA cuyo diseño puede variar en función de los medios que dispone cada centro. La práctica de la CMA sin unidades puede comprometer la seguridad y confort de los pacientes, pone en riesgo la buena praxis de los profesionales y no estimula su crecimiento.

3. El desarrollo de la CMA en la Comunidad Autónoma de Aragón está claramente por debajo de la media nacional y de los países de nuestro entorno. Este desarrollo medido mediante índices de sustitución y ambulatorización demuestra una gran variabilidad entre los diversos hospitales que pertenecen al Servicio Aragonés de Salud.

4. La existencia de programas de autoconcierto, conciertos con clínicas privadas y cirugía de cupo, utilizados como fórmula para disminuir las listas de espera y que se llevan a cabo generalmente en programas de tarde, implica un freno al desarrollo de la CMA al estar basados dichos programas en pacientes mayoritariamente propios de la CMA. Deberían arbitrarse medidas para integrar estos programas en las estructuras de la CMA.

5. Es preciso realizar un registro de todas las unidades de CMA del Servicio Aragonés de Salud, y sería conveniente que dicho registro abarcara también el sector privado. Su existencia permitiría reuniones periódicas entre las unidades con el objetivo de una puesta en común de protocolos, estructuras de funcionamiento, control de datos e indicadores de calidad.

6. El personal de Enfermería resulta clave en el funcionamiento de la CMA. Deberían hacerse esfuerzos destinados a la formación, promoción y reconocimiento de estos profesionales.

7. El crecimiento de la CMA exige un esfuerzo común que debe iniciarse en los responsables políticos, proporcionando los medios materiales precisos, debe seguir con los gestores, implantando los cambios organizativos y estructurales necesarios, y debe finalizar en los profesionales sanitarios, adaptando su trabajo a las formas actuales de asistencias sanitaria.

Alfredo Jiménez Bernadó (modificado 5 Abril 2010)